Mitología griega y dioses griegos

La mitología de la antigua Grecia surgió en una época en la que los griegos vivían en un sistema comunal-clanes (antes del siglo VIII a.C.) y el mundo entero les parecía una enorme comunidad, un enorme clan en el que estaban sus familias, sus abuelos y nietos, sus padres e hijos. El griego antiguo animaba toda la naturaleza. Con la ayuda de su rica imaginación, lo presentó en imágenes artísticas extrañas, fantásticas y extraordinarias.

Toda la vida laboral del hombre antiguo, con sus hazañas, conquistas y sueños de una vida mejor, ha encontrado reflejo en los mitos creados por generaciones.

En el susurro de las hojas, en el murmullo de las olas, en los rayos del amanecer el antiguo griego percibió algo vivo y misterioso. La naturaleza, cuyas leyes eran desconocidas por el hombre antiguo, estaba llena de horrores y misterios. La imaginación griega dibujó las criaturas más fantásticas. Todos eran más fuertes que el hombre, todos tenían en sus manos su vida, todos eran monstruos o dioses, habitando cada arroyo, cada lago, bosque, arboleda, desfiladero de montaña.

Dioses griegos

El cielo estaba lleno de dioses, amenazantes o misericordiosos con el hombre: luego el sol, Helios se precipita por el camino celestial en un carro de fuego, luego la luna, Selene ilumina la tierra, luego Aos-Zarya con su manto azul anuncia la mañana.

El hombre mira al mar, y allí el dios Poseidón rompe las olas con su tridente, los tritones trompean en sus conchas, las ninfas retozan en el océano. En los bosques y las montañas peligrosas para caminar el hombre – allí en cada árbol vive ninfa-dríada, se puede entrar en el pantano a las ninfas-limnads, en las montañas confundir las ninfas-oreads de la carretera, y luego el dios cabra Pan atacará al hombre en el miedo, lo que provoca un dios cabra Pan.

E incluso bajo tierra, en el reino de los muertos, el dios Hades y la diosa Perséfone se reúnen y custodian a los muertos.

Y por encima de todo el mundo se eleva la montaña nevada del Olimpo, donde Zeus, el padre y gobernante del universo, vive rodeado de dioses inmortales. Los palacios del Olimpo fueron construidos por el dios-herrero Hefesto, el dios de las artes y las ciencias Apolo toca allí en las fiestas, las nueve musas hermanas cantan a su lira. Junto a Zeus se sientan su esposa, la formidable y celosa Hera, y su hija Atenea-Pallada, una diosa militante siempre dispuesta a la batalla.

En la antigüedad, cuando el hombre era aún más dependiente de la naturaleza, sintiendo miedo de sus elementos, los dioses se acercaban al hombre en forma de animales terribles, por ejemplo, monstruos como la Quimera, Medusa, Achidna, la hidra de Lerna, la Esfinge, etc.

La Quimera tenía cuerpo de león, cabra y dragón, escupía fuego por sus tres mandíbulas y portaba la muerte. Medusa, una de las tres Gorgonas, tenía serpientes vivas en lugar de pelo, y con una sola mirada convertía todo lo vivo en piedra. En la cueva bajo la roca habitaba y temía la ninfa de rostro hermoso, pero con cuerpo de serpiente monstruosa. Entre los pantanos vivía la Hidra de nueve cabezas, en lugar de cada cabeza cortada podían crecer dos nuevas. El monstruo de la Esfinge (en griego «esfinge» es femenino) tenía cabeza y pecho de mujer, y torso de león alado con garras. Entre estos horrores se encontraban Orfeo, un perro aterrador, Cerbero el perro con cincuenta cabezas, guardando la entrada al reino de los muertos, el león de Nemea, Tifón con cientos de cabezas de serpiente, escupiendo llamas y gritos salvajes, gigantes con cuerpos humanos y de serpiente y un gran número de otros monstruos, tan salvajes y terribles como la propia naturaleza, que poseían formidablemente al hombre.

Sin embargo, las antiguas comunidades habían crecido y se habían unido en grandes tribus, la gente se sentía más fuerte frente a la naturaleza. Los antiguos griegos empezaron entonces a crear una nueva mitología, antropomórfica (humanoide), que se caracteriza por unos dioses tan bellos, majestuosos y poderosos como los líderes que se pintaban para su pueblo. También se empezó a considerar a los propios líderes como descendientes de estos dioses fuertes e inmortales, que supuestamente entablaron relaciones con bellas mujeres mortales para dar a luz a toda la tribu de héroes de la Tierra, capaces de ayudar a los dioses a establecer el orden y destruir a los monstruos.

Antiguas historias de la mitología griega

En la mitología de este nuevo período de una historia antigua encontramos en los griegos notables relatos sobre las batallas de los dioses antiguos y nuevos, y también sobre las hazañas de los héroes que limpiaron la tierra de los monstruos generados por la tierra. El antiguo poeta griego Hesíodo (siglo VIII a.C.) escribió su poema Teogonía, o «El origen de los dioses», que describe vívidamente la batalla épica entre los antiguos dioses Titanes, que personificaban las fuerzas oscuras y elementales de la tierra, y los jóvenes dioses llamados olímpicos, encabezados por Zeus, que establecieron la ley y el orden en el mundo.

Los enemigos lucharon ininterrumpidamente durante diez años hasta que Zeus pidió ayuda a los gigantes Storukii (Hecatonchires). En cuanto comenzó la batalla, el mar rugió, la tierra gimió, los cielos se ensancharon y el nevado Olimpo tembló. Los enemigos se lanzaron flechas de fuego, rayos y rocas gigantescas, y sus gritos llegaron al cielo y al vasto inframundo de la muerte. El propio Zeus había desatado el trueno y el rayo contra los Titanes. La tierra ardiendo en fuego rugió lúgubre y estruendosamente, los bosques se incendiaron, el suelo, los mares y el océano comenzaron a hervir. El sol fue tapado por las trescientas piedras que los estorukitas lanzaron contra los titanes. 

No fueron sólo los dioses los que lucharon. Los héroes, hijos de dioses y mujeres mortales, también lucharon contra los monstruos que sembraban el miedo entre los hombres y dificultaban sus vidas. Entre estos héroes estaban Perseo, Belerofonte, Hércules, Teseo, Meleagra y Edipo.

Esperamos que te haya gustado este breve post sobre la Mitología griega y dioses griegos.

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